miércoles, 3 de abril de 2013

Wembley por una noche.



El 12 de julio de 1986 en el mítico estadio de Wembley, en Londres, Queen marcó historia en la música. El “Magic Tour” (presentaba el disco “A Kind of Magic”) con el que venía girando por todo el mundo, desembarcó, por fin, en la capital inglesa. Allí, más de 140 mil personas asistieron a los dos shows que fueron memorables...

Inolvidables por la gran puesta en escena (con la plataforma de luces y las pantalla más grandes, quince cámaras y un helicóptero para capturar tomas aéreas), por el recorrido de la lista de temas y porque esta gira fue la última de la banda. Nunca más Freddie Mercury, Brian May, Roger Taylor y John Deacon volvieron a tocar juntos... hasta el sábado. De la mano del cuarteto rosarino “Dios salve a la reina”, el Gran Rex se transformó por unas horas en aquel Wembley y Pablo Padín, Francisco Calgaro, Matías Albornoz y Ezequiel Tibaldo se vistieron de Queen y revivieron a la perfección el recital.


Son las ocho de la noche y falta apenas una hora para que arranque el show. Afuera, el público (que en un rato colmará el Gran Rex) va llegando de a poco. Adentro Pablo (Freddie), Francisco (Brian May) Ezequiel (John Deacon) y Matías (Roger Taylor), terminan su merienda con mucha tranquilidad. Frutas, gaseosas, té, chocolatada y empanadas, componen el sano catering. Ni una bebida alcohólica, algo poco común en la previa de un show bien rockero. En una de las mesas, Pablo empieza a desplegar su vestuario: una chaqueta amarilla, otra blanca con tiras rojas, un jogging blanco, una capa de rey... Prendas para nada sencillas de conseguir. Vestir como Freddie cuesta. “Lo más difícil del vestuario, a veces, es encontrar las mismas telas que usaban”, dice Matías, que luce un rubio platinado idéntico al de Taylor.
¿Alguna vez pensaron en lograr todo esto imitando a Queen? 
Ezequiel: En un principio ni creíamos que íbamos a salir de Rosario, se fue dando todo antes de planearlo. Me acuerdo que la primera vez que fuimos a Inglaterra, no lo podíamos creer. Hoy ya nos acostumbramos.
¿Alguna vez se emocionaron haciendo este show emblemático?
Matías: Lo que te llega es la respuesta del público, vos ves que hay gente que llora, que está emocionada y eso te transmite más energía y vos lo devolvés poniendo más de lo tuyo. Eso es mucho más que decir: “estamos haciendo Wembley”.
¿Llevan a Rosario sus shows? 
E: Cuando Queen tocaba en otro país, Freddie salía con la bandera inglesa y la del país en el que estaba tocando. Nosotros como un pequeño guiño sacamos la bandera argentina y la del país que visitamos.

Se hacen las 21.30, la hora de salir a tocar. Profesionales como pocos, dejaron todo en el escenario. La tranquilidad de la previa desapareció y no es que se parecen, ellos son Queen. Tocan la misma lista de temas, dicen las mismas frases que se dijeron en aquel recital y Freddie (Padín) se divierte con el público tal como lo hizo Mercury.

En el cierre suenan “We will rock you”, “Friends will be friends” y “We are the champions”. El público pide más y el final es emotivo con “Don’t stop me now” y “Somebody to love”. Sin una palabra en castellano se despiden, ovacionados.

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